El miércoles 16 de noviembre de 2022, a las 19:00 horas, se presentó, en la sede del EPBCN situada en la calle de Balmes, 32, 2º 1ª de Barcelona, mi último libro, titulado Vínculos que enferman, y publicado como número 4 de la colección Cuadernos Mínimos de EPBCN Ediciones.

La presentación estuvo a cargo de mi amiga Andrea Segura Olavarria, directora teatral y dramaturga, y mi colega y acompañante, la psicoanalista María del Mar Martín.

Andrea tuvo la amabilidad de escribir un prólogo para Vínculos que enferman, y María del Mar se encargó del epílogo. La Editorial tomó un fragmento del prólogo y otro del epílogo para construir la contraportada. Son estos: del epílogo de Mar,

Vínculos que enferman efectúa un recorrido por lo considerado «sano», «normal», «obvio», «natural», que difícilmente dejará impasible al lector. Su capacidad para producir reacciones, sin lugar a dudas, responde a que entra, inevitablemente, en la tripa, en el alma, en el corazón, en el cuerpo, en lo íntimo, en lo grabado a fuego, en lo francamente incuestionable en cada uno de nosotros.

¿Estoy dedicando mi vida a vínculos que en el fondo me enferman? No me dirás que no te has hecho esta pregunta. Y, quizás sea esta una de las mayores riquezas del texto: pregunta, interpela; te dice, ¿qué estás haciendo con tu potencia, con tu práctica vital?

Y del prólogo de Andrea,

Este es un libro violento, irónico y punzante, que nos recuerda, una vez más, que lo personal sí es político y que los mandatos sociales, religiosos, estatales y económicos no tan sólo nos estructuran a nivel social e individual, sino que nos interpelan en lo más profundo e inconsciente, y que es quizás en la carencia o en la incerteza de nuestros vínculos donde podemos resignificar nuestras relaciones con otros y con nosotros mismos.

¿Hay respuestas? Sí, las hay. Y por esto mismo este libro me ha parecido esencial. Si no tienes una concepción religiosa, farmacológica o utilitarista de los vínculos, o no crees en unicornios, puedes asumir el riesgo, y voltear tu rostro.

La verdad es que estoy agradecidísimo a Andrea y a María del Mar por el trabajo que se tomaron, no sólo para escribir el prólogo y el epílogo, que son preciosos, sino también para presentar el libro.

La presentación salió francamente bien, al final me hicieron hablar un buen rato, y había muy buen ambiente, la gente hizo muchas preguntas, tanto los que habían venido en persona como los que acudían por telepresencia. Muy emocionante todo.

Quiero aprovechar para comentar también cómo fue el proceso de publicación del libro. Opté por crear un grupo de beta-lectores, para que pudiesen ir señalando errores, falencias, puntos discutibles, etcétera. El grupo era tremendamente heterogéneo: personas de veinticinco años junto a otras de ochentaytantos; psicoanalistas y estudiantes de psicoanálisis, sí; pero también ingenieros, acupuntores, terapeutas manuales, dramaturgos, maestros del seitai, profesores de instituto, etcétera. Creo que esta variedad resultó muy beneficiosa. El grupo de beta-lectores, que se fue ampliando a medida que pasaba el tiempo, realizó magníficamente su trabajo. Al final, éramos más de veinte personas.

Lo pasamos muy bien, e hicimos un buen trabajo. ¿Qué más se puede pedir? Les estoy muy agradecido a todos.